Mimosa. Teià, 2011.
Otra escena inquietante
“Ella huele a feromonas”
No te burles al leer.
En algún momento
él supo por donde iba el amor,
y lo definió:
“Es alta y enjuta,
de ojos marrones
a primera vista
y verdes después de mucho mirar;
su nariz es aguileña,
sobre una boca grande
con labios finos
y dientes blancos;
es andrógina, sin tetas,
tiene el pelo muy largo,
oscuro y dorado a la vez;
toda ella se adivina
como una trampa de amor,
que huele a espliego,
que huele bien desde lejos,
huele a feromonas supongo,
aunque las feromonas no huelan.”
Y lo conquistó.
6 comentarios:
No me extraña que lo conquistase, igual tu con tus poemas.
Besos
El vió más que eso que está en la superficie...y que no es tan importante...
un enorme abrazo
Hola,me parece breve pero profundo.
Muy sobrio.
Saludos.
vaya, he sentido lo inquietante que puede ser un instante colmado de otro que lo provoca.
Hermosa su pluma.
Hola Antonio me maravillan tus palabras
Estimado Antonio, te busqué en todos tus blogs para dejarte un comentario y me costó encontrarte, más me alegro de haber ingresado a tu blog de poesía, porque he quedado maravillado, la profundidad de tus pensamientos, la delicadeza de tus expresiones, solo podrían haberse escrito con la mejor de tus tintas y con una delicada plumilla.
Un gran gusto leerte, continuaré visitándote.
Con mucho aprecio,
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