lunes, 29 de noviembre de 2010

Aún sin título (51)

Tibidabo, Barcelona 2009

Tiempo de quietud

Ya los días no están tan llenos.
Y las noches no son tan plenas.
La vida se desliza como un topillo de campo.
Sin levantar la hierba.
En esta escena yerta,
en ese espacio de mar en calma,
puedo sentir, aún, el impulso
de ponerme otra vez en marcha.
Hasta que esa necesidad emocional madure
y se transforme en acto,
me contento con permanecer en el presente
sin mirar hacia delante;
alimentándome del sol
que tibiamente calienta mi cara,
y de la lluvia fresca que moja mi cuerpo,
llena mis sentidos y calma mi futuro.
Aquí y ahora, esta es la meta.

4 comentarios:

Andrés. dijo...

Antonio, un bello y sentido poema donde el "Aquí y ahora" adquiere una carga perceptual que lo convierten en la meta de la existencia. Ni ayer, ni mañana, sino el destello vital del segundo. Es un placer Antonio.

lila dijo...

....poetico y bello!

Lorena Vera Verján dijo...

Antonio, me ha gustado tu poema, un gusto leerte... la quietud es parte del asombro que nos permite valorar en otra dimensión la vida...

casss dijo...

...sin levantar la hierba.

un perfecto carpe dien, una belleza.