Col. Teià, 2011 |
En ese tiempo cruel
De ese tiempo cruel,
guardo dos cosas para dar,
herida y alimento.
herida y alimento.
En ese tiempo cruel,
mudé a luciérnaga
para que la noche parezca día.
En ese tiempo cruel,
los pájaros dejaron de volar
los pájaros dejaron de volar
y se arrastraron dolorosamente.
En ese tiempo cruel,
algunos iniciaron una guerra,
otros se amaron por última vez.
algunos iniciaron una guerra,
otros se amaron por última vez.
En ese tiempo escribí furioso,
precisamente el primer poema,
precisamente el primer poema,
verso a verso, para todo el mundo.
El segundo, el tercero,
y todos los demás, trajeron
la calma de la lluvia de abril.
Gracias a Dios.
6 comentarios:
Afortunadamente para nosotros, los tiempos crueles tampoco son eternos, aunque las heridas que dejan lo parezcan.
Un abarazo, ANTONIO.
"Herida y alimento"....que en realidad es lo que mueve al mundo ¿no?
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Me gustó mucho el poema; especialmente, la metáfora de la luciérnaga.
Un abrazo.
Bien dicho está, ya fue, ahora lo reconoce y la poesía está volando.
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decía Federico (G.L.) la poesía es el fruto del árbol de la tristeza...¿porqué no le creeríamos?
En todo caso, superar ese estado también es parte de la cosecha.
saludos para vos
Qué lindo poema y fotografía. Me han robado el alma con su sentimiento.
Besitos grandes!
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