miércoles, 10 de marzo de 2010

Entreparéntesis (71)

Cafetería del Museo Thyssen, Madrid 2008

En camino

A la luz de la lluvia de mayo
me vino la muerte
que aun no ha cesado,
que nunca cesará,
y vivir sin recordarte
debiera ser posible
pero el recuerdo vuelve
a los lugares sacros
donde fuimos felices e inocentes.

A veces, Dios mío,
no hay piedras suficientes
para doblegar el destino,
porque el destino se ausentó
y no me deja vivir un instante
de la vida ajena, ni mía,
pero en la madurez,
que es una continua huida,
sé que voy a encontrarte.

5 comentarios:

emilio dijo...

En tiempos vividos
destila la experiencia
sin ser retoños
madurez y paciencia.

Se encuentra a gusto tu poema.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

La experiencia de la vida se deja acariciar en tu poesía, me gustaría ver tu obra en mi foro.

La luz del Argos es un foro de poesía, web de postales, vídeos y tenemos una radio on-line con programas poéticos y mucho más.

Teresa dijo...

En un mes de mayo alguien perdió a su ser mas querido, sigue queriendo encontrarle, pero el tiempo hace que todo se difumine y la búsqueda mas lenta y menos dolorosa.

Feliz fin de semana.


ღ°´¨)
¸.•´¸.•ღ°´¨) ¸.•ღ°¨)
(¸.•´ (¸.•`ღ° ..:¨¨ღ°¨ღ°Teresaღ°¨ღ°

Sandra Figueroa dijo...

Tristes y bellas letras. Fue un placer leerte. Besos, cuidate.

Anónimo dijo...

Es bello y entrañable. Me emociono con tus emociones. Gracias por estar ahí