lunes, 14 de enero de 2013

Pasé por La Central (33)

 Picaporte. Mahón. Menorca, 2012.
Oreado de olvido
 
Qué bien viene 
un poco de olvido 
para sobrevivir 
a los recuerdos. 
Un olvido sin orden, 
sin contenido, 
relleno de miradas 
que se amontonen, 
aportando luz, armonía, 
y una negada ternura.
 
La realidad ocupa 
demasiado espacio. 
El pasado, hoy, es inmenso, 
el futuro breve. Y la muerte 
esa hora sin tiempo, 
resulta un recuerdo 
deshabitado del olvido.
 
Después de todo, mansamente, 
sería justo morirse 
con algo de dignidad. 
Con una sonrisa tenue. 
Con serenidad, con aplomo.
Oreado de olvido. Soleado. En paz.

8 comentarios:

Ambrosía ignota dijo...

El poema en un todo es incomparable. Me llevó "Seria justo morirse con algo de dignidad. Con una sonrisa"

Me gusta que sobre la marcha, existan este tipo de conclusiones. Uno aprende a vivir mejor.

Un abrazo Marset, siempre bellos poemas.

Moon dijo...

Hola Antonio.

Que gran poema. Te lleva acompañando a esa serena meditación, quizás valoración de los momentos que somos, porque en realidad somos eso momentos y cada uno va cumpliendo sus plazos. Seria bonito que ese momento que no lleva fecha ni medida nos sorprenda embriagados de paz y libres de mente y alma.

Me ha gustado mucho.

Un saludo.

Moon.

P MPilaR dijo...

A este poema tan hermoso como profundo no le caben otras anotaciones que no surjan de la tenue sonrisa,
la plomiza serenidad.
Luego, en paz, optar por morirse si bien la muerte sabe aguardar..

Un abrazo

3fasesdalua dijo...

Passando para visitar desejar uma boa semana.
Gostei post.
Estou esperando vc me visitar http://3fasesdalua.blogspot.com

Bjs

Selma

de soslayo dijo...

Un placer leerle. Gracias.

Salud

Shir Camacho dijo...

Que maravilla encontrarte, ahora no te suelto, si me lo permites :) , saludos!

Anna Genovés dijo...

Todos deseamos abandonar este mundo, esta vida, con dignidad. Otra cosa, muy diferente -por desgracia- es que así sea.

Cruda realidad bien reflejada en tus versos, amigo poeta. Ann@

Maria dijo...

El deseo de olvidar parece cumplido y ahora sólo toca esperar que la vida trancurra tranquilamente.
Un abrazo.