viernes, 5 de febrero de 2010

Entreparéntesis (59)

Valle de Pineta, Huesca 2009

A mi nieto en mi hija

Su espera llena de amaneceres
los mapas de tu piel.
Llena de cantares azules
el té de las cinco.
Llena de alegrías compartidas
un vacío de mi vida.
Incendia el tópico del vivir
por el amanecer de hoy.
Llena de vidas del tamaño
de una ciruela, y más.
Es una espera única,
porque se trata de un esfuerzo de la volutad,
de una pataleta del amor y otra del dolor.

3 comentarios:

Teresa dijo...

Hola, estuve aquí a la mañana porque leí un comentario tuyo que me hizo mucha gracia, por lo directo sin serlo. No se si me explico.

Leí el poema anterior es muy bello, describir el acto del amor con palabras sencillas pero bellas que hacen que cuando las lees te sientas bien.

Y de repente apareció el poema de la espera de una nueva vida, me puse hasta contenta... ya ves.

"...Es una espera única, porque se trata de un esfuerzo de la voluntad, de una pataleta del amor y otra del dolor..."

Un saludo cordial, desde Asturias.

emilio dijo...

Felicidades a un abuelo, a su hija y a su nieto.
Felicidades por tu poema, bello, armonioso y que cuando tu nieto lo lea sentirá un gran orgullo...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Muchas felicidades. Esto es un estímulo para continuar creciendo.