domingo, 9 de enero de 2011

Aún sin título (55)

Performance en Ca l´Estruch, Sabadell 2010

Otra escena inquietante
(Recuerdo de amor)

Hasta mucho después
que los relojes dieran siete campanadas
en todas las iglesias del mundo,
como pensamientos de vida,
sonando una tras otra, siete;
hacia la línea del horizonte,
pasaron palomas blancas rumbo a la noche.
Tú y yo estábamos en el centro de la tierra,
caminando por las calles, todas,
teniendo inscrito en nuestra memoria genética
el instinto de territorio.
La creación era nuestra, así lo creía.
Así era, al salir de nuevo al infinito,
al otro lado de la noche abierta.
¿Recuerdas?

2 comentarios:

Antonio Marset Boza dijo...

El enlace ha había una vez un cuento ya está puesto y ya he enviado los datos para que colguéis mi blog en vuestro espacio. Gracias.

janettog dijo...

DEJO MI HUELLA ME PARECE INTERESANTE MUCHOS DE SUS ESCRITOS, SALUDOS DESDE CHILE