Palacio real de Pedralbes, Barcelona 2008
Con ojos transparentes
Hay que vivir con ojos transparentes,
color de lejanía,
para no morir de golpe,
para que los sentidos se apaguen uno a uno,
despacito,
como las candelas.
Para que la despedida del mundo la hagamos,
por ejemplo,
sólo con la vista,
y sin prisas,
viviendo la última tarde de nuestra vida,
mirando la última rosa del verano,
en cómplice soledad.
Oreados de paz,
de intemperie,
de amistad,
de amor.
2 comentarios:
Bello pero muy triste
Un cordial saludo
Publicar un comentario