miércoles, 7 de septiembre de 2005

Entreparéntesis (2)

Estación de Francia(Barcelona)2005

Querida mía,
a veces
el muro de la soledad
crece de golpe,
y no nos vemos.

Querida mía,
pero basta
con que uno
se introduzca en el rumbo del otro,
mientras le mira a los ojos.

Querida mía,
para que al doblar
esa esquina de la vida,
la niebla se haga sol.

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