Estación de Francia(Barcelona)2005
Querida mía,
a veces
el muro de la soledad
crece de golpe,
y no nos vemos.
Querida mía,
pero basta
con que uno
se introduzca en el rumbo del otro,
mientras le mira a los ojos.
Querida mía,
para que al doblar
esa esquina de la vida,
la niebla se haga sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario