Hay que vivir con ojos transparentes
color de lejanía,
para no morir de golpe,
para que los sentidos se apaguen uno a uno,
despacito,
como candelas.
Para que la despedida del mundo la hagamos,
por ejemplo,
sólo con la vista,
y sin prisas,
viendo la última tarde de nuestra vida,
mirando la última rosa del verano,
en cómplice soledad.
Oreados de paz,
de intemperie,
de amistad,
de amor.
color de lejanía,
para no morir de golpe,
para que los sentidos se apaguen uno a uno,
despacito,
como candelas.
Para que la despedida del mundo la hagamos,
por ejemplo,
sólo con la vista,
y sin prisas,
viendo la última tarde de nuestra vida,
mirando la última rosa del verano,
en cómplice soledad.
Oreados de paz,
de intemperie,
de amistad,
de amor.
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