Jardín de Cactus. Lanzarote, 2011 |
Pasé por La Central, librería
Hace unos días, varios, pasé por La Central,
librería, dejé dos libritos de poemas, míos;
con orgullo, con miedo, con esperanza,
con emoción, con respeto al trabajo propio.
Me pidieron el correo electrónico, lo escribí,
y me dieron el nombre de la juez, es mujer,
y las buenas tardes, nada más y nada menos.
Di una vuelta entre los libros y me fui.
Hoy he vuelto a La Central con mi orgullo,
mi miedo y mi esperanza intactos, ella,
la juez, me ha recordado que tiene mi correo,
y me ha dado, educadamente, las buenas tardes.
Empiezo a pensar que me conozco poco,
que los demás me conocen menos aún, y menos
lo que escribo con palabras o imágenes; y que
no hay voluntad de variar el diagnóstico.
Quizás deba modificar el mío y dejar para mí,
las imágenes, los poemas, el orgullo, los miedos
y la esperanza; eso sí, dando las buenas tardes
y escribiendo en un trozo de papel mi correo.
2 comentarios:
No me gusta!!!
¿Tendré salir a la calle a protestar?
bueno, lo mejor que imágenes, palabras, libros sean de ti para ti, tal vez otros tengamos el privilegio de conocerte un día
saludos
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