Jocs de taula. Barcelona, 2011 |
Pequeña satisfacción
Ahora, cuando entiendo la vida,
y he vivido casi todo,
y se que todo es una reiteración límite;
ahora, cuando la labor en marcha,
o completada en parte,
me da la paz por una relativa honradez:
El decaer del otoño por ejemplo,
me deja un agradable sosiego,
y su expresión es más serena, más calma.
No todo está mal, ni su integridad tampoco.
Al final, casi, todo no está mal. Respiro.
Pequeña satisfacción.
4 comentarios:
Pequeñas satisfacciones que nos hacen seguir.
Cariños
Esa calma la trae el otoño y muchas veces la trae uno mismo, sin la necesidad del soñoliento que es el frío.
Un fuerte abrazo, amigo.
La vida nos da disgustos pero tambien pequeñas satisfacciones que sirven de aliciente, bonito poema.
feliz fin de semana.
un abrazo.
Hoy todo está bien.
Besitos y gracias
por pasar por mi blog.
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