Invernadero. Barcelona, 2011 |
El recuerdo
Una fragancia puede resucitar
una risa perdida en la memoria
y el olor de un lapicero
devolvernos a la infancia,
ya que el pasado puede surgir
de una cruasán bañado
en una taza de café con leche.
El recuerdo juega con la disciplina,
la memoria también, aunque les riñas.
4 comentarios:
Querido, el recuerdo aparece y te enseña otro lado de la luz, la memoria la he metido entre rejas pero se escapa cuando quiere, es traviesa,
¿Qué sería de nosotros sin nuestros recuerdos?, mejor que sigan jugando.
Besitos!
el recuerdo es virtuoso, si nos hace sonreír
saludos
Sí,un olor evoca y provoca nuestro presente. Esto es lindo.
Besitos.
Publicar un comentario