Casa del Marqués. El Masnou, 2011. |
En un instante.
¿Te parece que te ame un instante?
No es mucho, no es poco: es lo justo.
En un instante se pueden reunir
todas las palabras de amor
que se han pronunciado en este mundo,
se les puede prender fuego
y calentarnos en su hoguera.
También podemos quemar el silencio.
Esas palabras de amor que se acumulan
entre dos personas, esas que no se pronuncian:
esas reservas cómplices llenas de pasión.
Necesito un instante, es el tiempo.
Un instante para contener todo el amor.
Para entregártelo en cenizas.
Para que hagas con ellas lo que quieras:
conservarlas, esparcirlas más allá contra el viento.
Todo no sirve, es cierto, pero descansa, ¿verdad?
Sólo te pido un instante para entender hoy,
luego la eternidad.
Porque lo que me pasa es muy parecido
a estar saliendo de un manicomio
para entrar en un sepulcro y resucitar,
al tercer día, impoluto.
Pensando en ti, ardiendo y convaleciente.
3 comentarios:
DUELE EL ALMA, QUE JAMAS SE OLVIDE UN AMOR INTENSO.
Precioso poema y fotografía.
Un abrazo querido Antonio, espero que estés muy bien!
Lo que sucede es amor y sexo. ¿O al contrario? Da lo mismo, el efecto es parejo. Me gustó, amigo. Saludos, Anna
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