La casa rosa de Teià. Barcelona 2009. |
Vértigo de amor
No creo en las casas
en sí mismas,
ni en los enseres
que las ocupan;
si creo en el amor
que las habita
e impregna cada espacio,
lleno de ajuares, o vacío;
sí creo en esas casas
en las que todo
es vértigo de amor
que se escapa como luz
por las puertas y ventanas.
3 comentarios:
Me has convencido con tu hermoso poema, yo también tengo fe en esas casas.
besos
Siempre nos ocupa haber dejado sensaciones olvidadas y que de pronto un día ellas mismas no recuerden.
interesante poema,
buen día Marset
ese amor que se irradia a traves de zaguanes y balcones,
genial poesía, un abrazo
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